El Estado español respalda los Planes de Previsión Social Empresarial (PPSE) por varias razones:
- Fomento del ahorro para la jubilación: los PPSE promueven el ahorro para la jubilación, lo que ayuda a los trabajadores/as a contar con un ingreso adicional durante su vejez y a reducir la dependencia financiera del sistema público de pensiones.
- Mejora de la competitividad empresarial: los PPSE pueden ser una herramienta para atraer y retener a los mejores trabajadores/as, lo que mejora la competitividad empresarial.
- Estabilización de las finanzas públicas: los PPSE pueden ayudar a reducir el déficit y a estabilizar las finanzas públicas al reducir la necesidad de fondos para el sistema público de pensiones.
- Mayor seguridad y estabilidad financiera: los PPSE suelen proporcionar una rentabilidad garantizada y pueden ayudar a los trabajadores/as a protegerse contra los vaivenes de los mercados financieros.
- Reducción del riesgo laboral: PPSE suelen ofrecer otras coberturas adicionales además de la jubilación, como la cobertura de invalidez, dependencia y defunción. Esto significa que el trabajador/a podrá disponer del saldo de su plan en caso de acaecer alguna de estas eventualidades.
Además de estas razones, el Estado español también respalda los PPSE porque son una forma de complementar el sistema público de pensiones. El sistema público de pensiones español se basa en un sistema de reparto, es decir, se financia con las cotizaciones de los trabajadores/as activos. Sin embargo, este sistema ha enfrentado desafíos financieros debido al envejecimiento de la población y a la disminución de las cotizaciones debido a la disminución de la tasa de natalidad . Los PPSE ayudan a complementar el sistema público de pensiones al fomentar el ahorro individual para la jubilación.
Además, el Estado español también promueve y respalda los PPSE a través de incentivos fiscales. Los trabajadores/as pueden deducir, con determinados límites, las aportaciones a los PPSE en la base imponible del IRPF, lo que reduce su carga fiscal. Además, las empresas pueden deducir las aportaciones a los PPSE en el impuesto sobre sociedades, lo que les permite reducir la cuota tributaria. Estos incentivos fiscales ayudan a fomentar el uso de los PPSE.
En resumen, el Estado español respalda los PPSE debido a su capacidad para fomentar el ahorro para la jubilación, mejorar la competitividad empresarial, estabilizar las finanzas públicas, proporcionar mayor seguridad y estabilidad financiera.